Las nuevas recetas preparadas hoy fortalecen a la comunidad y mantienen vivas la identidad y la cocina local. Foto: Laura Feged / WWF Colombia

Rescatar 40 recetas tradicionales, compartir saberes y crear un recetario vivo que nutre tanto a las familias como al territorio, es el resultado que dejó un taller en el que 60 miembros de la comunidad El Encano (Nariño) se reunieron para confirmar que cada plato es también una memoria de cuidado hacia la comunidad, la naturaleza, y el territorio.

El producto: ‘Cocina viva de La Cocha’. Cuarenta preparaciones que integran saberes ancestrales, rescate de la agrobiodiversidad de la zona y prácticas agroecológicas, acompañado de historias y retratos de quienes las mantienen vivas en su memoria y su cocina.

Descarga aquí el recetario: Cocina viva de La Cocha: más de 40 razones para volver a la raíz y al territorio.

“Detrás de una receta hay mucho amor entre familias y comunidades”, dice Alejandra Miramag, miembro de la comunidad El Encano, mientras sostiene en sus manos una preparación hecha con productos de la chagra, una huerta de cultivo tradicional que representa un espacio sagrado para la producción de alimentos.

Esa fue justamente la esencia del taller “Sabores que conservan: tejiendo nuestro recetario vivo”, en el que mujeres, hombres y niños del territorio se reunieron para confirmar, entre conversaciones, cómo la comida nutre no solo el cuerpo, sino también al tejido comunitario y a la naturaleza que provee los alimentos.

La cocina es también un puente entre el pasado y hacia el futuro, capaz de inspirar un turismo responsable, fortalecer la identidad cultural y tejer comunidad. Foto: Laura Feged / WWF Colombia

“Me llevo la satisfacción de conocer nuevos compañeros y nuevas ideas… también nuevas recetas, que son un gran aprendizaje para mí”, cuenta María del Carmen Bolaños, participante del taller y miembro de la comunidad.

Los alimentos de Nariño

A través del Mapa de Sabores de El Encano, los participantes reflexionaron sobre las tensiones entre lo que nos alimenta y lo que puede afectar al territorio, y compartieron ideas para transformar prácticas cotidianas en favor de su bienestar: desde aprovechar al máximo frutas y verduras hasta rescatar recetas tradicionales adaptadas a las necesidades de niños, adultos mayores o familias con pocos recursos.

“Lo más valioso es compartir lo que viene de la cocina tradicional, los saberes de los abuelos que siguen vivos en cada preparación. Este taller nos unió como personas y como comunidades, y nos permitió transformar pensamientos y recetas para seguir creciendo juntos”, afirma Martha Isabel Hidalgo, miembro de la comunidad El Encano.

La jornada culminó con una preparación colectiva liderada por el cocinero tradicional Aníbal Criollo -quien ha dedicado su trayectoria a rescatar, preservar y promover la cocina ancestral nariñense- que resaltó los ingredientes locales y recordó que la cocina es también un puente entre el pasado y hacia el futuro, capaz de inspirar un turismo responsable, fortalecer la identidad cultural y tejer comunidad.

Como lo resume Omar Artemio José Guerrero, miembro de la comunidad El Encano: “Las nuevas recetas que preparamos hoy me fortalecen a mí y fortalecen a la comunidad. Eso es lo más importante: compartir. Porque al hacerlo, uno se enriquece como persona y también como sociedad”.

Este taller se realizó en el marco de la Alianza Sembrando Cambio, liderada por WWF, CARE y ADC, con el apoyo de las comunidades de El Encano. Una alianza que busca fortalecer el liderazgo de la mujer, los medios de vida sostenibles, promover la seguridad alimentaria y contribuir a la conservación y restauración de los ecosistemas en la laguna de La Cocha, municipio de Pasto en el departamento de Nariño.