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Declaración WWF-Ecuador tras la confirmación de ilegalidad del cargamento incautado con aletas de tiburón en Hong Kong
Lunes, 01 de junio del 2020. Quito, Ecuador.- Ante las declaraciones emitidas el día de hoy, por parte del gobierno ecuatoriano sobre la procedencia ilegal de las 26 toneladas de aletas de tiburón provenientes de Ecuador incautadas en Hong Kong, el pasado 28 de abril del presente año, WWF-Ecuador condena a este evento de tráfico ilegal de vida silvestre y hace un llamado a que el estado promueva los procesos judiciales correspondientes para sancionar a los responsables de este delito con todo el peso de la Ley. WWF-Ecuador aplaude las medidas de conservación anunciadas hoy por el Viceministro de Acuacultura y Pesca, pero a su vez insta a continuar fortaleciendo las medidas y mecanismos regulatorios, de gobernanza, control y monitoreo, a fin de que la trazabilidad de la cadena de valor de los productos del mar sea totalmente transparente. Estas acciones son clave para frenar el tráfico ilegal de productos y subproductos de especies vulnerables y amenazadas de tiburón, y evitar que este lamentable hecho vuelva a suceder.
WWF-Ecuador rechaza de forma contundente el tráfico ilegal de vida silvestre, pues este no solo afecta a la biodiversidad sino, además, genera inseguridad, conflictos y corrupción a lo largo del sistema. Reconociendo que es un problema complejo, combatirlo de manera eficiente requerirá del apoyo de diferentes entidades del gobierno, organismos no gubernamentales, la academia, el sector privado y la sociedad civil a nivel nacional, regional e internacional. WWF-Ecuador reitera su compromiso de continuar trabajando por la sostenibilidad de las pesquerías en Ecuador y la conservación de especies marinas emblemáticas como los tiburones, a través del fortalecimiento de los aspectos de investigación y monitoreo, herramientas de manejo, sistemas de control, trazabilidad, comunicación y educación, todos ellos, aspectos clave del Plan de Acción Nacional para la Conservación de Tiburones del Ecuador (PAT-Ec).
Más de 100 millones de tiburones son capturados anualmente, y algunas de sus poblaciones se han reducido más del 95%. En 2014, un cuarto de las especies de tiburones y rayas se enfrentaban a la extinción, con 25 especies catalogadas en peligro crítico de extinción; en 2019 el panorama es más preocupante, puesto que han incrementado a 42 especies en peligro crítico de extinción, siendo los tiburones martillo rojo (Sphyrna lewini) y el tiburón oceánico de puntas blancas (Carcharhinus longimanus) las dos especies de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN que más han visto reducidas sus poblaciones en los últimos 75 años. Sin embargo, no todas las especies de tiburones son iguales y, por tanto, la vulnerabilidad de cada especie en una región o zona específica dependerá tanto del nivel de impacto de las amenazas como de sus características biológicas.
En Ecuador hay 68 especies registradas, y 30 son de interés comercial. Entre las cinco principales especies de interés comercial –en orden de importancia comercial– se encuentran el tiburón rabón (Alopias pelagicus), tiburón azul (Prionace glauca), tiburón mico o sedoso (Carcharhinus falciformis), tiburón zorro ojón o vaca (Alopias superciliosus), y los tiburones martillo o cachudas (Sphyrna lewini y Sphyrna zygaena).
Estas especies, que son las que más aparecen en las descargas a nivel del Ecuador, comparten algunas similitudes: son depredadores que están en los niveles tróficos más altos y, por tanto, son piezas claves en el equilibrio de los ecosistemas marinos y la salud de nuestras pesquerías comerciales. Los tiburones tienen además ciclos de vida largos y tasas de reproducción muy bajas, lo que significa que tienen una capacidad muy baja de recuperar sus poblaciones cuando son impactadas por la sobrepesca. Son especies oceánicas y altamente migratorias, por tanto las medidas de carácter unilateral que podría adoptar una nación por separado serán insuficientes, de ahí que es muy importante que se lleguen a acuerdos con otros países para cooperar en el diseño de medidas para su conservación a nivel de los organismos regionales de ordenación pesqueros, como la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT).
Las amenazas a las poblaciones de estas especies de tiburón son principalmente la sobrepesca, provocada por la pesca Ilegal, No Declarada, No Reglamentada (INDNR), la pesca dirigida y la pesca incidental; la destrucción de sus hábitats en sus primeras etapas del ciclo de vida; y las alteraciones de la temperatura del mar como consecuencia del cambio climático. El incremento de la demanda de los mercados internacionales acentúa la presión de la pesca sobre estas especies. En las últimas décadas, a nivel mundial, el aumento desmedido de la demanda asiática por las aletas de tiburón ha causado un incremento insostenible de las pesquerías sobre determinadas especies. Aunque no se ha evaluado el impacto en la región, de acuerdo a los resultados de un reciente estudio realizado con técnicas moleculares, se demostró que la mayor parte de las aletas de tiburón que se comercializan en Hong Kong provienen del Océano Pacífico Oriental.
En cuanto a la amenaza que suponen los mercados internacionales, es la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), de la cual el Ecuador es parte, la encargada de velar y regular para que el comercio internacional de especímenes de la vida silvestre no constituya una amenaza para su supervivencia. Para ello, CITES categoriza en tres apéndices las especies, con distintos grados de protección para cada apéndice. Ecuador cuenta con diez especies de tiburones enlistadas en el Apéndice II, y cinco de ellas son las de mayor interés comercial. Para poder exportar las aletas o carne de estas especies, es necesario que una Autoridad Científica CITES Nacional emita un certificado que se denomina Dictamen de Extracción No Perjudicial (DENP). Este certificado establece las cantidades de productos o subproductos que se pueden destinar a exportación sin que se ponga en riesgo a la población de dicha especie.
Ecuador, desde el año 2006, cuenta con un Plan de Acción Nacional para la Conservación de Tiburones (PAT-Ec), un instrumento de gestión que garantiza que se focalizará los esfuerzos a nivel nacional para lograr un manejo sostenible de las especies de tiburones y rayas en el país. En los últimos 12 años, este Plan ha sido dos veces evaluado y actualizado, constituyéndose este hecho, en un hito regional y mundial. Entre algunos de los mecanismos de regulación y de trazabilidad vigentes en Ecuador, se encuentran la prohibición de pesca dirigida de tiburón, prohibiendo el uso del cable acerado o reinal de acero. Además, en el país está prohibido el aleteo, es decir, es obligatorio el desembarque de los individuos enteros con sus aletas naturalmente adheridas al cuerpo. Esto garantiza que los individuos puedan ser monitoreados y trazados al ser desembarcados, y también que se utilice por completo el tiburón capturado, tal cual está establecido en la norma.
Por otro lado, la pesca incidental y la posterior comercialización de tiburón, se encuentra regulada y es permitida, siempre y cuando la misma esté debidamente documentada. Las excepciones a esta regla las establece el Decreto Ejecutivo 486 que protege a ciertas especies vulnerables como el tiburón blanco, tiburón ballena, tiburón peregrino, prohibiendo por completo su pesca, sea esta dirigida o incidental. Por su lado, el Acuerdo Ministerial 116 protege a los tiburones martillos y establece la prohibición de captura, desembarque y comercialización proveniente de la flota nodriza e industrial, pero permite la pesca incidental de hasta cinco individuos por desembarque de fibras artesanales con talla máxima de 150 cm.
Pese a que el Ecuador cuenta con un marco normativo de manejo actual, programas de monitoreo y mecanismos de trazabilidad referentes para la región, aún es necesario revisar, actualizar y fortalecer estas medidas, así como la estructura de coordinación y capacidades para combatir el tráfico ilegal de especies de tiburón vulnerables, amenazadas y en peligro.
Considerando lo expuesto previamente en torno al contexto nacional, regional e internacional para la conservación del tiburón, WWF-Ecuador insta a las autoridades competentes a actuar para detener el tráfico ilegal de especies de tiburón vulnerables, amenazadas y en peligro, y garantizar su conservación a través de las siguientes recomendaciones:
WWF-Ecuador rechaza de forma contundente el tráfico ilegal de vida silvestre, pues este no solo afecta a la biodiversidad sino, además, genera inseguridad, conflictos y corrupción a lo largo del sistema. Reconociendo que es un problema complejo, combatirlo de manera eficiente requerirá del apoyo de diferentes entidades del gobierno, organismos no gubernamentales, la academia, el sector privado y la sociedad civil a nivel nacional, regional e internacional. WWF-Ecuador reitera su compromiso de continuar trabajando por la sostenibilidad de las pesquerías en Ecuador y la conservación de especies marinas emblemáticas como los tiburones, a través del fortalecimiento de los aspectos de investigación y monitoreo, herramientas de manejo, sistemas de control, trazabilidad, comunicación y educación, todos ellos, aspectos clave del Plan de Acción Nacional para la Conservación de Tiburones del Ecuador (PAT-Ec).
Más de 100 millones de tiburones son capturados anualmente, y algunas de sus poblaciones se han reducido más del 95%. En 2014, un cuarto de las especies de tiburones y rayas se enfrentaban a la extinción, con 25 especies catalogadas en peligro crítico de extinción; en 2019 el panorama es más preocupante, puesto que han incrementado a 42 especies en peligro crítico de extinción, siendo los tiburones martillo rojo (Sphyrna lewini) y el tiburón oceánico de puntas blancas (Carcharhinus longimanus) las dos especies de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN que más han visto reducidas sus poblaciones en los últimos 75 años. Sin embargo, no todas las especies de tiburones son iguales y, por tanto, la vulnerabilidad de cada especie en una región o zona específica dependerá tanto del nivel de impacto de las amenazas como de sus características biológicas.
En Ecuador hay 68 especies registradas, y 30 son de interés comercial. Entre las cinco principales especies de interés comercial –en orden de importancia comercial– se encuentran el tiburón rabón (Alopias pelagicus), tiburón azul (Prionace glauca), tiburón mico o sedoso (Carcharhinus falciformis), tiburón zorro ojón o vaca (Alopias superciliosus), y los tiburones martillo o cachudas (Sphyrna lewini y Sphyrna zygaena).
Estas especies, que son las que más aparecen en las descargas a nivel del Ecuador, comparten algunas similitudes: son depredadores que están en los niveles tróficos más altos y, por tanto, son piezas claves en el equilibrio de los ecosistemas marinos y la salud de nuestras pesquerías comerciales. Los tiburones tienen además ciclos de vida largos y tasas de reproducción muy bajas, lo que significa que tienen una capacidad muy baja de recuperar sus poblaciones cuando son impactadas por la sobrepesca. Son especies oceánicas y altamente migratorias, por tanto las medidas de carácter unilateral que podría adoptar una nación por separado serán insuficientes, de ahí que es muy importante que se lleguen a acuerdos con otros países para cooperar en el diseño de medidas para su conservación a nivel de los organismos regionales de ordenación pesqueros, como la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT).
Las amenazas a las poblaciones de estas especies de tiburón son principalmente la sobrepesca, provocada por la pesca Ilegal, No Declarada, No Reglamentada (INDNR), la pesca dirigida y la pesca incidental; la destrucción de sus hábitats en sus primeras etapas del ciclo de vida; y las alteraciones de la temperatura del mar como consecuencia del cambio climático. El incremento de la demanda de los mercados internacionales acentúa la presión de la pesca sobre estas especies. En las últimas décadas, a nivel mundial, el aumento desmedido de la demanda asiática por las aletas de tiburón ha causado un incremento insostenible de las pesquerías sobre determinadas especies. Aunque no se ha evaluado el impacto en la región, de acuerdo a los resultados de un reciente estudio realizado con técnicas moleculares, se demostró que la mayor parte de las aletas de tiburón que se comercializan en Hong Kong provienen del Océano Pacífico Oriental.
En cuanto a la amenaza que suponen los mercados internacionales, es la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), de la cual el Ecuador es parte, la encargada de velar y regular para que el comercio internacional de especímenes de la vida silvestre no constituya una amenaza para su supervivencia. Para ello, CITES categoriza en tres apéndices las especies, con distintos grados de protección para cada apéndice. Ecuador cuenta con diez especies de tiburones enlistadas en el Apéndice II, y cinco de ellas son las de mayor interés comercial. Para poder exportar las aletas o carne de estas especies, es necesario que una Autoridad Científica CITES Nacional emita un certificado que se denomina Dictamen de Extracción No Perjudicial (DENP). Este certificado establece las cantidades de productos o subproductos que se pueden destinar a exportación sin que se ponga en riesgo a la población de dicha especie.
Ecuador, desde el año 2006, cuenta con un Plan de Acción Nacional para la Conservación de Tiburones (PAT-Ec), un instrumento de gestión que garantiza que se focalizará los esfuerzos a nivel nacional para lograr un manejo sostenible de las especies de tiburones y rayas en el país. En los últimos 12 años, este Plan ha sido dos veces evaluado y actualizado, constituyéndose este hecho, en un hito regional y mundial. Entre algunos de los mecanismos de regulación y de trazabilidad vigentes en Ecuador, se encuentran la prohibición de pesca dirigida de tiburón, prohibiendo el uso del cable acerado o reinal de acero. Además, en el país está prohibido el aleteo, es decir, es obligatorio el desembarque de los individuos enteros con sus aletas naturalmente adheridas al cuerpo. Esto garantiza que los individuos puedan ser monitoreados y trazados al ser desembarcados, y también que se utilice por completo el tiburón capturado, tal cual está establecido en la norma.
Por otro lado, la pesca incidental y la posterior comercialización de tiburón, se encuentra regulada y es permitida, siempre y cuando la misma esté debidamente documentada. Las excepciones a esta regla las establece el Decreto Ejecutivo 486 que protege a ciertas especies vulnerables como el tiburón blanco, tiburón ballena, tiburón peregrino, prohibiendo por completo su pesca, sea esta dirigida o incidental. Por su lado, el Acuerdo Ministerial 116 protege a los tiburones martillos y establece la prohibición de captura, desembarque y comercialización proveniente de la flota nodriza e industrial, pero permite la pesca incidental de hasta cinco individuos por desembarque de fibras artesanales con talla máxima de 150 cm.
Pese a que el Ecuador cuenta con un marco normativo de manejo actual, programas de monitoreo y mecanismos de trazabilidad referentes para la región, aún es necesario revisar, actualizar y fortalecer estas medidas, así como la estructura de coordinación y capacidades para combatir el tráfico ilegal de especies de tiburón vulnerables, amenazadas y en peligro.
Considerando lo expuesto previamente en torno al contexto nacional, regional e internacional para la conservación del tiburón, WWF-Ecuador insta a las autoridades competentes a actuar para detener el tráfico ilegal de especies de tiburón vulnerables, amenazadas y en peligro, y garantizar su conservación a través de las siguientes recomendaciones:
- Actualizar y fortalecer las medidas de conservación estableciendo una prohibición de exportación para especies categorizadas por UICN como en Peligro Crítico de Extinción: Tiburón martillo rojo (S. lewini) y aletón (C. longimanus); e incluir otras especies afines con base a las estadísticas de desembarco nacionales (resto de especies de tiburón martillo).
- Diseñar una estrategia para el resto de las especies enlistadas en el Apéndice II de CITES (Carcharhinus falciformis, Alopias superciliosus y Alopias vulpinus) y en especial, para aquellas categorizadas por UICN como en Peligro de Extinción: tiburón rabón (A. pelagicus), tiburón tinto (Isurus oxyrhinchus) y tiburón tinto tramado (Isurus paucus); ante la evidencia de un notable declive en sus volúmenes de desembarco en estadísticas nacionales.
- Activar cuanto antes al Comité Científico Asesor del Plan de Acción Nacional para la Conservación de Tiburones, para que se encargue de, entre otras tareas, liderar procesos tendientes a actualizar los DENPs para los tiburones sedosos y rabones, y para elaborar DENPs para tiburones tintos, martillo y aletones. Estos documentos son clave para regular las exportaciones y garantizar que estas especies se mantienen en condiciones normales en toda su área de distribución.
- Fortalecer mecanismos para garantizar trazabilidad, programas de monitoreo y control. Entre ellos, reactivar el laboratorio ADN tiburones de la Subsecretaría de Pesca, donado por WWF con apoyo de NOAA, para fortalecer los controles.
- Financiar programas y generar mecanismos que incentiven la innovación tecnológica en el diseño de la artes de pesca (por ejemplo, luces LED en las redes de enmalle), a fin de hacerlas más selectivas y reducir la pesca incidental de tiburones.
- Promover la concienciación y educación sobre la importancia de la conservación de especies marinas y las implicaciones del tráfico ilegal, y fomentar el consumo responsable de productos pesqueros.
- A fin de aumentar la eficacia y la eficiencia en el cumplimiento de la Ley, que las Agencias de Gobierno responsables del control (Pesca, Ambiente, Aduanas, Armada y Policía) armonicen políticas y coordinen acciones.
- Identificación, creación, y manejo de corredores que garanticen la protección de hábitats críticos y conectividad de los tiburones.
- Ser proactivos y liderar a nivel regional, presentando en la CIAT propuestas de conservación de tiburones martillo y tiburones sedosos para protegerlos.
- Promover la cooperación regional para reducir el impacto de las pesquerías artesanales sobre tiburones, y establecer mecanismos de monitoreo eficientes como los que implementa el PAT-Ec en Ecuador.
- Promover acuerdos formales para que las aduanas del Ecuador y las de los países que más importan tiburón (Hong Kong, Perú, etc.), sean más ágiles en el intercambio y manejo de la información con fines de control.

© naturepl.com/Jeff Rotman / WWF
Tiburones martillo