Protección del Río Machángara: una oportunidad histórica para asegurar ríos vivos en el Ecuador

Posted on 4 septiembre 2024

El pasado 21 de agosto de 2024, el Tribunal de Garantías Penales de Quito emitió por escrito la sentencia dentro del caso del río Machángara. Esta decisión representa un hito importante para la reparación y restauración de los ríos urbanos en Latinoamérica y el mundo. Además de reconocer derechos al río Machángara, la resolución dispone al Municipio de Quito que realice una serie de acciones a corto, mediano y largo plazo para lograr su descontaminación.

WWF reconoce el rol fundamental de los ríos, no solo como ecosistemas esenciales para la biodiversidad, sino también para las poblaciones que dependen de ellos. Por esta razón, WWF ha puesto una especial atención a los ríos y las cuencas hidrográficas en cada uno de sus proyectos y actividades. Valoramos el trabajo que personas y colectivos realizan día a día para que se protejan y recuperen los ríos en el Ecuador. En el caso de Quito, el río Machángara atraviesa la ciudad en alrededor de 22 kilómetros. A lo largo de la historia, este río no solo ha sido parte de la identidad de la ciudad, sino también una fuente importante de agua y espacios de recreación para la población. Sin embargo, con el paso del tiempo, el crecimiento de Quito priorizó la expansión urbana desorganizada y sin control sobre un relacionamiento armónico con sus fuentes de agua. Esto provocó lo que en los actuales momentos Quito esté atravesada por un río gravemente contaminado, enfermo y que puede enfermar aún más. La realidad demuestra que el Machángara está muy lejos de lo que era en el pasado. Por esta razón, desde WWF nos solidarizamos con las personas que viven día a día los estragos de su contaminación. Con la decisión judicial, esperamos que se tomen medidas inmediatamente. Sin duda es un hecho sin precedentes que una resolución de este tipo se proyecte en el tiempo para garantizar que en un futuro las personas, animales y plantas nuevamente puedan convivir en las aguas del río Machángara. Esta realidad es posible solo con el apoyo de todos y todas, pero requiere un trabajo inmediato por parte de las autoridades.

El bienestar de los ecosistemas y la población de Quito están íntimamente vinculados con la salud de su principal río. Si bien el proceso todavía continuará por la apelación presentada por el Municipio, alentamos a que los diferentes actores involucrados puedan ver y trabajar sobre puntos en común para acordar las mejores acciones para reparar y restaurar el río y avanzar en una agenda de Ríos Vivos en el país.

Este fallo es un triunfo para Quito, sus habitantes, y la naturaleza. La decisión envía también un mensaje contundente sobre la responsabilidad de las autoridades locales en el manejo de los ecosistemas dentro de las ciudades y centros poblados. No cabe duda de que se trata de una oportunidad histórica para cambiar nuestra relación no solo con el Machángara, sino con los ríos del Ecuador.

Este caso nos recuerda que el respeto y la protección de los ecosistemas nos atraviesa a todas las personas. Más allá de un tema legal, es una responsabilidad ciudadana el logar relaciones armónicas con la naturaleza para que, de esta forma, se garantice un futuro saludable y sostenible para las generaciones presentes y futuras.

Río Machángara