WWF valora los avances de la COP3 del Acuerdo de Escazú y llama a todos los países latinoamericanos a ratificarlo

Ecuador, mayo de 2024.- Abril cerró con  la tercera  Conferencia de las Partes (COP3) del Acuerdo de Escazú, celebrada en Santiago de Chile del 22 al 24 de abril. El evento contó con la participación de representantes de los quince Estados Parte del acuerdo, que busca proteger a las personas defensoras del medio ambiente en América Latina y el Caribe, así como garantizar el acceso a la información, la participación pública y la justicia en asuntos ambientales.
 
"El Acuerdo de Escazú es el primer acuerdo regional que se rige por principios de derecho ambiental y derechos humanos, alineados con los objetivos globales de biodiversidad, clima y desarrollo humano sostenible para 2030. En esta tercera cumbre, los gobiernos han mostrado, en general, su decisión de avanzar hacia mecanismos de implementación coherentes con las circunstancias tan complejas que enfrentamos en la región". señala María Inés Rivadeneira, Coordinadora de Políticas de WWF América Latina, también enfatizó el llamado a que los países que aún no ratifican el Acuerdo lo hagan en forma urgente.
 
Hitos de la Conferencia:
 
El principal logro de la COP3 fue la aprobación del Plan de Acción sobre Defensores de Derechos Humanos en Asuntos Ambientales, una iniciativa coordinada por Ecuador, Chile y Saint Kitts y Nevis.
 
Para WWF, la adopción de este plan no solo envía un mensaje político sobre la urgente necesidad de atender la agenda de las personas defensoras, sino que también contribuye de manera significativa a la implementación del Acuerdo de Escazú. Este acuerdo regional establece la obligación de garantizar un entorno seguro y propicio para que las personas defensoras puedan actuar sin amenazas, restricciones e inseguridad, mediante la adopción de medidas para reconocer, proteger y promover todos sus derechos. Es por ello que, desde la primera COP, las partes establecieron un grupo de trabajo ad hoc con el mandato de elaborar un plan de acción regional en esta materia, que fue sometido a consideración en la COP3.
 
Rivadeneira resaltó: "La adopción de este Plan de Acción es un paso clave que impulsará el desarrollo progresivo del estándar regional hacia la construcción de mayores parámetros normativos". Además, valoró las señales positivas respecto a los Planes Nacionales de Implementación y los Informes del Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento.
 
En relación a los Planes Nacionales de Implementación, durante la COP3 siete países (Ecuador, Argentina, Santa Lucía, Belice, México, Uruguay y Chile) compartieron sus hojas de ruta para la efectiva puesta en marcha del tratado. En cuanto al Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento, se aprobó el documento que establece sus modalidades de trabajo, promoviendo la aplicación del acuerdo de manera consultiva y transparente.
 
Además, se logró la inclusión de la participación del público, incluyendo a los pueblos indígenas, en la elaboración de planes y hojas de ruta para la implementación nacional del Acuerdo de Escazú. Esta medida es esencial para garantizar la protección de los derechos indígenas y fortalecer la gobernanza ambiental.
 
María Inés Rivadeneira concluyó: "Escazú representa un esfuerzo por detener el deterioro de las instituciones democráticas y del Estado de derecho. El Acuerdo proporciona herramientas para enfrentar la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la contaminación por plásticos, alineándose con la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible".